Fin de las vacas

Menuda ausencia me he recetado... No ha sido porque no tuviera nada que decir, sino porque mi güera tuvo vacaciones y aprovechamos el tiempo para recibir en casa a algunas personas muy queridas y en resumen vivir unos días "desconectadas". He leído blogs pero no he comentado... espero ponerme al día.

Los primeros que nos visitaron fueron C. y J. Él es uno de los hijos de mi mejor amiga en México y ella es su amiga - novia que vive en Francia.

Su visita fue muy agradable porque son dos niños sensibles, interesados en lo que sucede en el mundo, deseosos de aprender y ver culturas diferentes, buenos estudiantes, cariñosos, agradecidos... en resumen un par de chicos "anti ni-ni". Desde luego, sus padres han hecho un excelente trabajo con ellos y es refrescante ver que hay gente joven que va viviendo la vida y no reptando por ella.

El hecho de que fueran tan maravillosos no los libró de que yo los viera "como de mi familia"... y como estoy convencida de que la familia está para ayudarse, los puse a trabajar... Ya sé, mi güera me dijo que me había pasado un poco pero ellos no se quejaron. Además después de pintar la mesa y las sillas se fueron a la piscina como "premio".

La noche del 23 de junio nos fuimos a la playa y estuvimos en una fiesta con un grupo de gente. Hicimos una hoguera al modo tradicional, con muebles viejos que reunimos entre todos y al dar las doce de la noche quemé lo que me mandaron mis blogueras y lo que yo misma quería despedir. C., J., mi güera y cada persona del grupo lo hicieron también.

Después algunos saltaron la hoguera tres veces y le dieron nueve vueltas corriendo:

Debemos haber sido un grupo muy divertido porque hubo algunas personas que se nos acercaron y nos preguntaron qué tanto hacíamos y si les "prestábamos" nuestra hoguera para hacer sus rituales.

Al día siguiente llegaron a visitarnos Juli Gan y su mitad y comimos en casa una paella que estaba de-li-cio-sa...

Fue muy agradable conocerlas a las dos. Si en el blog la Juli me caía bien, en persona las dos me dejaron la sensación de ser personas con quienes me gustaría compartir más momentos. Mi güera y yo les agradecemos mucho habernos regalado esos momentos y a Juli tenemos que hacerle una mención especial porque consiguió superar su miedo a los perros y soportó las "atenciones" de nuestra manada...

Con mucha pena los despedimos a todos y después de unos días meditando en la inmortalidad del cangrejo (como corresponde en un periodo vacacional que se precie), recibimos la visita de nuestras queridas Candela y Pepa

Estar con ellas también fue muy lindo... tan a gusto estábamos que apenas salimos de casa y hasta quedamos mal con alguien a quien yo le había ofrecido llamar para vernos (¡perdón!, te debo una llamada). Candela dice que quiere estudiar criminología... yo más bien diría que debería dirgir cortos publicitarios porque consiguió que nuestra casita pareciera un hotel de lujo en el post donde habla de nuestro encuentro.

Todas nuestras visitas se quedaron mucho menos tiempo del que hubiéramos querido pero supongo que volverán, los extraño muchíiiiisimo.

Como es natural, nuestra jauría tuvo mucho trabajo de relaciones públicas estos días y quedaron agotadas... Eso de ser encantadora las 24 horas es cosa seria:

Todos los que pasaron por nuestra casa en estos días me escucharon decir mil veces que quería ir a comprar una barbacoa... por fin ayer fuimos a Leroy Merlín. Ya la tenemos, esta noche como es nuestro aniversario (por cierto, ¡gracias Farala!) la estrenaremos y nos daremos un remojón en la charca que nos compramos también ayer:

Pues nada, que eso es todo por hoy...