julio 28, 2012

Todo muy bien planeado

O de cómo las cosas pueden torcerse y aun así, salir bastante bien.

(Debí publicar esta entrada hace muchos días pero por motivos de los que hablaré en otros post, no lo había hecho. Farala me animó a escribirla a pesar de todo y como creo que tiene razón, aquí está, extemporánea y todo...) 

Teníamos casi un par de meses pensando en nuestra reboda. Mi güera me  había dicho que quería recasarse conmigo y que había pensado hacerlo como una sorpresa para mi hasta que  se acordó que ODIO las sorpresas y ante el riesgo de que la dejara yo con un palmo de narices frente a la concurrencia prefirió decírmelo y comenzamos a pensar en el tema. ¡Teníamos un montón de planes!

Le pedimos a aMINUSCULA (Anca Balaj) que nos hiciera un diseño para el detallito que daríamos como recuerdo.

Nos compramos los modelitos para lucir en la reboda... y para de contar. Vino el incendio, vino el descontrol con la medicación que toma mi güera, vino lo que vino y de todo lo que habíamos pensado con tanto mimo, hasta diez días antes de la reboda teníamos, a saber, sesenta invitados, un diseño, dos novias y ¡nada más!

Una vez superados los inconvenientes y faltando diez días para la reboda, contratamos a un profesional para el catering y creo que fue la mejor idea que pudimos tener. Nos hizo un banquete con el que creo que todo mundo quedó satisfecho...

Llegó el ansiado trece de julio. Tempranito ( a eso de las nueve y media) mi güera se fue a la peluquería y yo me quedé arreglando algunas cosas para la gente que íbamos a recibir. Al poco llegó mi suegro y muy dispuesto se puso a ayudarme con esas cosas y con la tía... cuando una está ocupada el tiempo pasa muy de prisa... ¡de pronto me doy cuenta que eran ya casi las doce del día!

Yo no me había duchado, mi güera no había vuelto de la peluquería (¿casi tres horas para un corte de pelo?) y Farala llegaba a la estación del tren en menos de una hora... Llamé a Farala y le dije que la güera iría a recogerla y que por favor no saliera de la RENFE porque como cosa hecha adrede, estábamos en alerta naranja por altas temperaturas... En el límite del tiempo llegó la güera a casa, almorzó y salió pitando a recogerla...

Entretanto me puse a hacer la comida, me duché y le di los últimos toques a lo que estaba haciendo. En eso que llegan y ya casi era la hora a la que estaba yo citada en la pelu, Conversamos un poquito las tres y salimos corriendo Farala y yo a la dichosa pelu (que en esta semana hizo méritos para que yo no la vuelva a pisar hasta que lleve el pelo como Lady Godiva...

Como no podía ser de otra forma, en la pelu se tardaron tres horas en secarme el pelo y peinarme... y entretanto en mi casa se mascaba la tragedia, pero eso es motivo de otro post. Aquí sobra  decir que cuando llegué a casa iba furiosa y muy acelerada. Aún tenía que imprimir los "recuerditos" porque entre unas y otras cosas no me había quedado tiempo para mas...

Muy pronto llegó la hora de recoger a Chris y la llamé para decirle lo mismo, que estábamos en alerta por el calor y que no saliera de la RENFE... ¡muy tarde! la chiquilla ya se había rostizado... para más detalles, leer su crónica.

Finalmente llegamos a casa. La pachanga estaba programada para comenzar a las 8:30 y estaba previsto que a esa hora ya estuvieran en casa los del catering para comenzar a darles una cervecita a los invitados... a eso de las 8:45 mi güera y yo seguíamos en chanclas, pantalón corto y camiseta vieja por la casa, que por el camino se nos había llenado de invitados (cuando habíamos planeado recibirlos fuera) y de los del catering no sabíamos nada... comenzamos a tirar de nevera para darle a todo mundo agua fresca, cerveza, hielos solos y ¡lo que hubiera!. En eso aparece el del catering corriendo, sudoroso, rojo como una gamba y super avergonzado por la demora. Se le había pinchado una rueda de la furgoneta y no sabía cambiarla, había tenido que llamar a MAPFRE...

Fuera soplaba un viento de los mil demonios, poniente le llaman. Los meseros luchaban para colocar los manteles en las mesas. Terminaron pegándolos con una cinta adhesiva super gorda que afortunadamente traían consigo. El responsable del catering decidió que platos, servilletas y copas se colocarían cuando estuviera la gente sentada para que sujetara la vajilla... Por fin salimos a la cervecita en el porche de la casa. Llegaron los mariachis que mi güera había contratado para darme una sorpresa... y que yo había pillado desde hacía más de una semana. Cantamos, bailamos y sudamos como condenados porque a esa hora, más de las nueve, estábamos a más de 36 grados y seguía soplando el bendito poniente...

Como se había hecho tan tarde pasamos a la cena sin la receremonia que queríamos celebrar. Ni modo, quedará para el 2017... Por suerte la cena si salió como estaba prevista y al parecer la gente quedó muy contenta porque vimos caer los platillos sin que los probáramos porque tanto mi güera como yo íbamos de arriba para abajo viendo que todo mundo estuviera bien atendido. Nos tomamos una copita por aquí, otra por allá... a media fiesta tuve que salir con uno de nuestros invitados a buscar hielo porque (¿cómo no?) se nos había olvidado comprarlo para los cubatas posteriores a la fiesta y para cuando volví se había ido ya la tercera parte  de los invitados sin sus recuerditos... ¡con el trabajo que le costó a Farala hacerlos!

La cena transcurrió sin más banda sonora que las conversaciones de los invitados porque habíamos quedado con un amigo que nos traería una selección de música para cada momento: calmada e instrumental para la cena y petarda y hortera para la sobremesa... pero la trajo en un lápiz de memoria y nuestro equipo de sonido se puso en huelga con lo que para mi horror, ¡no hubo música en la fiesta!.

Finalmente pude pillar a mi güera porque un grupo de nuestros invitados insistía en que abriéramos sus regalos, que por cierto eran preciosos... y después  de eso decidimos quitarnos el disfraz de novias y ponernos otra vez nuestra ropita cómoda...

Se fueron yendo los invitados que habían decidido dormir en sus casas pero que estaban esperando que les bajara el nivel de alcohol en sangre por si los pillaba la guardia civil... a esas horas el calor se había ido y por fin comenzaba a refrescar... quedábamos solamente los más resistentes. Una pareja hetero (amigos de mi güera de casi toda la vida), otra pareja de chicas (amigas de las dos, muy queridas y que teníamos cerca de cuatro años de no ver) y nosotras dos...más nuestras cuatro chuchis que se habían puesto moradas con la comida que les habían dado de contrabando...

Para no hacer esto más largo, diré que amanecimos tiradillos por allí entre las mesas, tres en un colchón inchable y las otras tres en tumbonas de esas de psicina... lo que en mi tierra se llamaría un pachangón...

No estuvo mal, igual y dentro de cinco años lo repetiremos...


Fin de fiesta o el recuento de los daños...

12 comentarios:

  1. Yo primer, yo primer!!!

    Lo que me he reído leyendo la crónica de la reboda. Fui una de esas invitadas y ni por asomo me percaté de todo ese torcimiento de las cosas. Quizá es que llegaba con la cabeza embotada por la bofetada que me dio el calor al salir de la estación.
    En definitiva, Pena...fue una tarde muy bonita...yo me emocioné mucho viendo las caritas con las que os mirabais...y la fiesta fue estupenda!!

    Ya me he reservado en la agenda el 2017 para repetir!!

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  2. Tú primer y seguramente única porque este post no estará mucho tiempo que ya tengo el siguiente en proceso... me alegro que no hayas notado que todo salió patas arriba. Supongo que el calor ayudó pero también que estábamos tan aceleradas que no tuvimos tiempo para estresarnos, con lo cual, parecía que todo iba sobre ruedas jajajaja

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  3. vaya, que reunión mas sucedida, me alegro que el final haya sido triunfal.

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  4. Bueno, Pena, todo tiene sus posibles contratiempos a pesar de la buena organización. Agotadita me he quedado de todo lo que hicisteis y de la cantidad de gente que os acompañó. Yo creía que iba a ser cosa de cinco o seis personas!!! Sé que lo pasasteis en grande y que ese día va a ser recordado por muchas personas, no solo por vosotras dos.

    Un besito

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    1. eso esperamos de luna, que todo mundo guarde un buen recuerdo :)

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  5. Lo que son las perspectivas... Yo había leído la crónica de Chris y me pareció que todo había salido bastante bien :S Me temo que, desde dentro, la cosa fue un poquito más agobiante... De todas formas, estoy segura de que fue especial. Y dentro de cinco años, más y mejor (y yo que lo vea, jeje). ¡Un beso!

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    1. a ver encantada... que cinco años e smucho tiempo, hay que ir viviéndolo día con día :)

      gracias por tus buenos deseos niña :)

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  6. Jajaja, en fin, qué le vamos a hacer, así son las cosas. Dentro de 5 años, en la requeteboda... será mejor o quién sabe.

    Un beso

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    1. eso, o quién sabe... igual y decido que ya no vale la pena correr el riesgo de que salga todo mal y mejor me quedo tranquilita...

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  7. Jajajaja. Divertido seguro que fue, y bien contado también

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    1. Gracias siempre ;)
      si, nos divertimos... pero fue porque nos habíamos hecho el propósito de pasarla bien a pesar de todo ;)

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