enero 13, 2012

El perverso encanto del chantaje

Quien lee los post que le dedico a mi madre, quizá se lleve la impresión de que nuestra relación fue maravillosa. La verdad es que durante mucho tiempo fue una batalla campal en la que ella tenía las de ganar: la situación de poder y el arma de destrucción masiva llamada chantaje sentimental.

Me costó años de terapia quitarle el poder de manipular mis sentimientos a través de la culpa pero al final lo conseguí. Como ella era una mujer inteligente (mucho más de lo que ella misma creyó jamás), le pude explicar porqué me lastimaba e irritaba tanto cuando ella echaba mano de su arsenal. Debo reconocer que puso mucho de su parte porque en los últimos años de nuestra convivencia conseguimos tener un cese de las hostilidades y ella renunció al uso de su arma estrella y también  de las otras armas que no por secundarias eran menos efectivas: el victimismo, la lágrima abundante y otras lindezas por el estilo.

A pesar del armisticio entre nosotras, después de su muerte me enteré de un par de jugarretas que me hizo y que por lo visto no tuvo tiempo de comentar conmigo, como por ejemplo el hecho de que me pidió que no hablara con mis hermanos acerca de mi naturaleza como lesbiana "porque no tengo ganas de meterme en conversaciones con ellos para defenderte" (sic) y encontrarme con que ella misma se los dijo sin comentarme que lo había hecho...

En fin, que el master en juego sucio emocional hecho con mi madre me dejó vacunada contra esas herramientas (aprendí con la mejor) y con un alto grado de intolerancia cuando detecto que alguien intenta hacerse la víctima, me lloriquea o se atreve a tratar de chantajearme...

Todo este rollo viene a colación porque cada día necesito recordarme  a mi misma que mi madre lo hacía sin maldad, porque esas eran las armas que tenían las mujeres en la época que le tocó y que las sacaba sin pensar y que no eran exclusivas de ella... las tía Pilar también las tiene, oh si... Ayer fue con mucha diferencia, el peor día de los últimos meses... y escribo esto porque no me quiero olvidar. Respira hondo Pena, paciencia...

22 comentarios:

  1. Muchas de las veces es miedo, un miedo enorme a tantas cosas... y no con eso se justifica, pero si se atenúan los efectos debastadores que nos hacen mella y nos dejan "jodidillas" un buen rato. Tranquiliza el sentirte tan segura e "inmune" tras las vacunas del tiempo y el efecto de otros compuestos. Ánimo, hablar, compartir, escribir...también ayuda mucho, ¿verdad?
    Un grandote grandote abrazo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y se entiende Guata, te aseguro que entiendo que el miedo motive los chantajes, lo cual no quiere decir que permita que me chantajeen... efectivamente lo he escrito para desahogarme y para no olvidarme :)

      besitos

      Eliminar
  2. Creo que hay cosas que las madres levan de serie, y ciertos aspectos del chantaje emocional vienen con el cargo materno. Como decían en un monólogo humorístico, es el tributo que hemos de pagar por nuestro parto. Pero, a pesar de todo, como bien dices, lo hacían (hacen) sin maldad, o al menos sin una intención maligna.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me gusta lo del pago, porque en esta vida las deudas tienen un principio y un fin. Mamá y yo decidimos cuando había concluido el periodo de amortizaciones... a las demás personas, no les debo nada!

      besos

      Eliminar
  3. Yo voy pagando ese tributo día a día, porque como vivimos separadas... no sé cómo está ni lo que le duele pese a que la llamo 6 o más veces al día... Y esta temporada que está conmigo, mas que chantaje lo que practica es la dictadura emocional. Pero LaMía me consuela sabiamente y no deja que me ponga a llorar. Respirar hondo y no olvidar esas armas maternales..
    Besosss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre... no hay recetas para librarse de eso que bien llamas dictadura emocional pero créeme, no eres mala hija por el hecho de tener una vida propia, al revés, el trabajo de los padres es darnos las herramientas para ser adultos autónomos y si no lo hacen, los que fallan son ellos...

      besitos

      Eliminar
  4. Creo que era un personaje de Vázquez Montalbán quien vendía sus habilidades por la calle con un cartel que decía algo así como:

    "Se amenizan cumpleaños, se hacen chapuzas, se da pena".

    El chantaje emocional es para dar pena: pertenece a todas las etapas de la historia humana (y si me apuras hasta en en la animal) y es más efectivo cuanto más quieres a la persona que practica ese arte: padre, madre, hijo, hija... Por quitarle hierro al tema, podría pensar que se trata de puro instinto de supervivencia, muy primitivo. Donde sí que hay un verdadero arte es en saber capear las argucias del chantajista emocional y no caer en manipulaciones. No sufras, Penita, pero me parece a mí que te está tocando currártelo a base de bien (tú sabes).

    Un abrazo muy fuerte

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo no sufro hermanita, me enfado que es mejor. El triunfo llegará cuando consiga que se me resbale y no me produzca ni siquiera fastidio :)
      Llegará el día, te lo puedo asegurar... para mi güera la historia es diferente, pero todo se andará, besitos con mucho cariño.

      Eliminar
  5. madre mía qué panorama más chungo tienes... es lo que pasa cuando encima tenemos más de una madre, que dos son mucho pa lo bueno... ¡y pa lo malo! menos mal que vienes escarmentada y resabiada, no permitas que te coma la moral, y si la tia Pilar se deja, recetadle un prozac o algo similar que le haga ver la vida desde otra óptica!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin problemas Farala, ya le estamos recetando dosis masivas de realidad pura y dura. Creo mucho en la extinción de la conducta por falta de estímulo, así a lo conductista... ¿Me chantajeas? no te hago ni puto caso (teniendo las necesidades básicas cubiertas) y me quedo más ancha que larga... claro, hay que tener un par de ovarios para hacerlo, pero funciona...
      Me encanta que hayas vuelto a comentar en mi blog, pensé que ya no me leías! besitos

      Eliminar
    2. NUNCA te he dejado de leer, ni cuando no tenía blog, otra cosa es que me retirara un poco de comentar...

      Eliminar
  6. Pena,
    Sabés, yo a mi madre siempre le reclamé su chantaje emocional... lo malo fue que me di cuenta hasta que no la tenía, eso que decís al final "lo hacía sin maldad, porque esas eran las armas que tenían las mujeres en la época que le tocó"...
    Igual que vos, como el aprendizaje lo hicimos con magísteres, ahora lo distingo a una distancia prudente para no acercame tanto como para salir dañada. Pero, ¡cómo cuesta!

    ResponderEliminar
  7. Cuesta muchísmo pero vale la pena SimpleDay, es un aprendizaje valioso para toda relación sentimental que tengamos en la vida ;)
    He visto que haces una pausa en tu blog... que te sea leve niña, muchos besitos

    ResponderEliminar
  8. En una página de mi blog reza:
    "Siempre he envidiado a las personas que amaban (aman) a sus madres y que, a su vez, son (o han sido) amadas por ellas. He detectado a base de incidir en el tema, que muchas de nosotras hemos querido querer a nuestras madres más que ellas a nosotras o, por lo menos, es lo que hemos sentido. Por diversas circunstancias de sus vidas, hemos sido para ellas como una especie de lastre, y eso se detecta desde el mismo útero materno. En ese caldo de cultivo nos vamos defendiendo a duras penas del desamor, intentando compensarlo a lo largo de los años...¿Buscando una sustituta?- Quien sabe, es muy posible. (Desde luego hay excepciones que confirman la regla...gracias a dios)

    Toda mi vida he intentado compensarlo, refugiándome en el amor femenino, pero no lo logré hasta encontrar "otra madre" (madre que No amante) que de forma fortuita pero absoluta, sustituyó esa madre real pero ausente."

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. O sea que por exceso o por defecto, las madres son siempre un punto por resolver en nuestras vidas ;)

      Eliminar
  9. Eso, respira hondo. Ya pasó ese peor día, ahora a lo tuyo, mirando hacia adelante, que tienes cosas que inventar y crear.

    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues eso Anca amiga... que hay mucho por pensar y rediseñar ;)
      Gracias por tu ayuda siempre generosa, besos

      Eliminar
  10. Lo dicho, Penita, paciencia. Paciencia y memoria, para que no se te (nos) olvide que los chantajes emocionales son la máxima expresión de la lucha de poder. Lucha que tiene sus raíces en la incapacidad humana por obtener energía por nuestros propios medios.
    Un abrazo muy fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. otro abrazo para ti Marmarita, gracias por venir a leerme, besitos muchos

      Eliminar
  11. Qué cosas. En mi caso quién practica el chantaje emocional conmigo son mis hijos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. y eso es porque para que el chantaje funcione tiene que haber un lazo sentimental de por medio. No te dejes Isa, tú ya hiciste tu trabajo que es haberles dado las herramientas para ser adultos autónomos. No conozco el caso pero ya te digo que no tienen derecho a querer que hagas de tu vida lo que ellos quieran. Defiéndete, que por lo que leo tienes ovarios para eso y más. Besos

      Eliminar
  12. Penita, cómo te comprendo, tu relación con tu madre se parece mucho a la mía, será porque ambas eran maestras, inteligentes y fuertes. Un beso, amor, mucha paciencia y mucho aire para ti, tienes derecho a tener tu propio espacio para respirar.

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails