mayo 11, 2010
De paseos y prejuicios
Van en un grupo una argentina, un francés, una boliviana, cinco españoles y tres mexicanos... no, no es un chiste. Éramos los que estábamos haciendo una visita turística guiada la semana pasada.
Contratamos el tour porque era la primera vez que yo visitaba la Alhambra y quería enterarme de lo que estaba viendo. Creo que la próxima vez nos iremos por libre. El guía era muy agradable y al parecer controlaba bastante bien el tema. Al principio del recorrido nos preguntó que de dónde veíamos... allí fue donde me enteré que la argentina venía de París, la boliviana de Cataluña, dos de los españoles venían de Madrid, los mexicanos de México (parecían pareja y no especificaron de qué parte pero diría que eran del DF), cuando llegó nuestro turno de presentarnos yo dije rapidito: "¡de Valencia!"... la cara del guía fue un poema. Casi casi oí sus pensamientos: "¿tú de Valencia? alma de cántaro..." mi güera aclaró rápidamente: "¡tú eres mexicana! yo si soy de Valencia" a lo que el guía replicó: "de Valencia? pero si pareces noruega! a tí si que se te nota (que eres mexicana), por la blusa que llevas" (?)
Comenzamos el recorrido pero yo ya iba irremediablemente distraída... "en esta representación podemos ver que la Alhambra era una ciudad amurallada que blablabla"
"¿Esos dos serán pareja? ¿Entonces la boliviana viene con el catalán? yo pensé que venía con el matrimonio español... pero no parece que se conozcan... hum..."
Las explicaciones del guía eran detalladísimas, parecía que quería prepararnos para ocupar su puesto. Los madrileños ponían toda la atención, la argentina encendía un cigarrillo tras otro con los consiguientes aspavientos de la boliviana que parecía asfixiarse aún cuando estábamos en un espacio abierto, los mexicanos tomaban fotos como si fueran japoneses.
Cuando ya íbamos por la mitad del recorrido la señora madrileña pregunta: "muy bien, si aquí estaban los musulmanes y por allá los del reino de Castilla y más allá los no-se-que... entonces, ¿los españoles dónde estábamos?" Allí me di cuenta que el guía estaba al borde del ataque de nervios porque al parecer la señora se lo había preguntado ya varias veces. Toma aire y le dice: "Pero vamos a ver señora, ya le he dicho que por la península pasaron los íberos, los celtas, los musulmanes, los judíos... que hoy en día españoles somos todos pero somos mezcla de todas esas culturas... que si acaso los vascos son los únicos que tienen algo de razón en decir que son distintos porque no los invadió nadie y su idioma no guarda relación con los que lo rodean, pero todos somos mestizos..." Y la señora erre que erre... "ya si, pero es que yo estoy muy orgullosa de ser española, por eso quiero saber dónde estaban los españoles entonces..."
(Boliviana) "Desde luego ya teníamos referencias de los madrileños pero no sabía yo que fueran tanto..."
(Mi güera) "Señora, que España entonces no existía, que España tiene cuatro días y es un concepto político..."
(Señor madrileño) "¡Pues yo si que soy español-español porque soy de Segovia!"
(Cara de perplejidad del guía y de mi güera, los mexicanos tomando fotos, la argentina fumando, yo viendo todo el cuadro)
Seguimos el recorrido. Me di cuenta que el guía apuraba el paso, las explicaciones eran cada vez más breves y la ruta más rápida. Los únicos que le seguían el paso eran los madrileños y los demás hacíamos lo que podíamos. Nos llevó a una tienda de souvenirs y mi güera y yo nos quedamos fuera y aprovechamos para encender el primer cigarrillo del recorrido. La argentina se nos unió: "¡Por fin alguien que fuma! Yo pensé que era la única... además ésa hace unas caras ridículas cada vez que fumo... ¡qué rompepelotas!"
(Pena) "¿Quién? ¿la boliviana?"
(argentina) "¿es bolviana? con razón... ¡odio a los bolivianos! agh... a quién se le ocurre venir a un sitio como este con sandalias... ¡y además con medias naylon! qué mal gusto... qué ordinaria..."
(Pena) "jeje... esto... y ¿tú vives en España o vienes de paseo?"
(argentina) "Yo vivo en Francia. Hace catorce años me casé con éste (el francés que o es autista o no habla ni gota de castellano porque no parece enterarse de nada) y vivimos en París, pero los franceses son horriiiiiibles... son tan presumidos, tan secos... ¡los odio!. Son todos horrorosos, estaba harta y necesitaba escuchar castellano, por eso vine acá de vacaciones..."
(Pena) "¡ay! mira, ¡ya se va el grupo!"
(salí corriendo antes de que me dijera que los mexicanos somos horribles y nos odia)
A estas alturas la velocidad del guía dejaría atrás a Alonso. Me seguía sorprendiendo la habilidad y velocidad de los mexicanos para tomar fotos y el tono resolutivo de la boliviana para dirigir a su pareja: "¡Ponte allí! ¡Tómame una foto! ¡Corre que se nos van!" y así por el estilo. El chico no abría la boca. Mi güera lanza la hipótesis de que "esta se pescó al tontito del pueblo" (sic).
Sobra decir que no me enteré de la explicación del guía aunque en mi defensa diré que el hombre cada vez habló menos, quizá porque comenzó a darse cuenta que el ambiente en el grupo era todo menos cordial.
Casi al final, el guía nos dijo que al salir podríamos tomar una tapita y una cerveza si queríamos. La señora madrileña le dijo que ella no bebía alcohol, si acaso un mosto. El guía le aclaró que si pedía mosto le servirían lo que resulta después de la primera fermentación, que no era como en Madrid. Allí me di cuenta de que la mujer definitivamente desconectó. Tanta información nueva y contradictoria le saturó el disco duro. Aparentemente prefería los tiempos en que España era "una, grande y libre" y no había tantas cosas que entender.
Cuando mi güera y yo emprendimos la huída, alcanzamos a oír al señor madrileño diciendo cosas como: "si es que ahora nos dan gato por liebre en todo, si es que el vino lo hacen con pastillas, si es que no hay suficientes uvas para tanto vino... ¿y la leche? ¡es toda de polvo! ¿quién va a creer que haya tantas vacas como para que sobre tanta leche?"
Cada cabeza es un mundo...
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Jaaaajajajaja. Si lo miras desde fuera es muuuy cómico. Pero en el fondo da mucha penita. Pobre guía. Lode la pregunta de los señores castellanos (porque la mayoría de madrileños son de fuera) es para desesperarse. Si es que en este país dejan votar a cualquier descerebrado (Y luego me preguntan por qué me siento tan poco española). Menos mal que íbais gente "normal" como vosotras. Bueno, ya sabes ;P
ResponderEliminarves? por eso no me junto con cualquiera, porque van y te joden la visita a la alhambra. hay que joderse. De todas formas parece que el guía tampoco era muy bueno, porque lo suyo era dejar a la señora contenta con un "los españoles en las mazmorras, es que se les hizo tarde" por ejemplo, para que estuviera calladita un rato pensando.
ResponderEliminarjajajaja, tendrás que volver por libre...la verás en toda su dimensión. Y, hay cabezas que caben en un puño.
ResponderEliminarLa proxima vez os pillais un libre sobre la Alhambra y a patearla despacito. Ahora recuerdo que para que un grupo medio funcione no solo hace falta la habilidad del guia, sino una minima afinidad entre si. Un gran abrazox2.
ResponderEliminarjajajaja, Penita! A la argentina le pusiste acento y todo jajajajajajaj. En los pequeños cerebros o en los reducidos artificialmente, no cabe mucha variedad. ¡Qué se le va a hacer! :))) Muchos abrazos de acá para allá.
ResponderEliminarDe amargados está el mundo lleno.
ResponderEliminarPues si Juli, tienes razón, la cosa es que yo me sigo riendo de la argentina, de los madrileños y de la situación en general. Ventajas del humor negro ;)
ResponderEliminarA ver güertana... ¿tú quieres ser la del botijo? ¡pero si se te daría genial lo de ser guía de turistas!
Alson: Cabezas que caben en un puño... muy buena, ¡me la quedo!
la verdad emejota, es que el grupo a largo plazo no funcionaría pero para las dos horas de visita a mi me resultó super divertido.
Candela, es que a tí te toco la versión sonora del relato jajajaja
si Dintel, la cosa es no contagiarse ;)
besitos a todas ;)
Cuánta estupidez hay en el mundo.. dios.. y tu no pudiste saltarle y explicarle un poco de la historia patria quedaría muy bien en boca de una mejicana.. ay penita cuánto tontería y qué no aprendan con la cultura, qué lástima..
ResponderEliminarJajjja, recorrido por la Alhambra para no olvidar.
ResponderEliminarEl guía que perspicaz ¿no?, supo por tu camisa que eras mexicana. Dinos como vestía él que lo mismo acertamos de dónde era.
Muy divertido tu relato.
Besitos
noche
Ico: lo hubiera hecho si no hubiera estado tan divertida con la situación, mi güera lo llevaba peor que yo.
ResponderEliminarNoche: lo más chistoso es que mi blosa era blanca con unos bordaditos de nada... jajaja
Hay cada madrileña por el mundo... Qué vergüenza, pero claro, ¡así nos va! Ahora lo entiendo todo un poco más (es que yo me muevo con otro tipo de madrileños, afortunadamente ;)).
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