junio 19, 2012

Un antes y un después


Imagen tomada de aqui

Hace unos días estoy leyendo "El lector de Julio Verne", de Almudena Grandes. Es una de esas lecturas que disfrutas desde antes de comenzarlas.

Hace más de un mes, vi el anuncio en la biblioteca pública de que el libro estaba por llegar y me apunté en la lista de reserva... finalmente me llamaron para avisarme de que estaba disponible el lunes 11 de junio y me fui desnarizada a sacarlo. Comencé a leerlo despacito, a cuentagotas... y en eso estaba cuando se vino el incendio... salimos de casa corriendo y confieso que además de la tía, las perras, mi güera y mi persona, solamente saqué de casa la cámara de fotos, mis libretas, mi bolso y ¡el libro de Almudena! Tanto tiempo esperándolo, siendo propiedad de la biblioteca pública y ¿permitir que estuviera en peligro de quemarse? ¡pues claro que no!

Recobrada la calma, lo sigo leyendo de a poquito... me lo dosifico porque no quiero que se acabe... no quiero hablar mucho de la trama por si alguien lo lee pero hay algo que me ha hecho emocionarme y mucho.
Hay un punto del libro en el que Almudena describe el instante exacto en el que el narrador principal deja atrás la inocencia de la infancia.

Me ha sacudido particularmente porque lo describe de una manera tan vívida que no parece una novela sino un recuerdo propio, es maravilloso.

También me ha conmovido por otro motivo y es que yo también puedo ubicar en mi vida el segundo preciso en que se cerró para siempre la puerta de la infancia tras de mi. Después de ese momento he podido pretender que recupero la niñez pero esa cualidad genuina y esencial de la inocencia infantil está perdida sin remedio, se rompió, se esfumó, no existe mas.

Mi momento fue justo cuando, teniendo trece años, me dijeron que mi padre había muerto de un infarto. Un punto de inflexión, después de eso, nada en mi vida volvió a ser igual.

Almudena retrata un momento así en la vida de su personaje de una manera tal que hace que quien lo lee, lo viva y me ha hecho pensar si más gente tiene la conciencia del preciso instante de abandonar la infancia... ¿la tienes tú?



18 comentarios:

  1. Hmm. No sé si lo tienen en la biblio de aquí. Pero con la de lectura que tengo pendiente, quizá en siete años...Tendré que leerme las reseñas. Jaaaajaja.

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    1. pues este libro es precioso, date la oportunidad de leerlo antes de siete años. Con una reseña te enterarás de la trama pero te perderás el disfrute del camino :)

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  2. Me temo que yo directamente no tuve infancia...así que cuando puedo, me dejo llevar por mi espíritu infantil, porque Junior también tiene la necesidad y el derecho de existir!

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    1. Haces bien, todos necesitamos una infancia y si puedes hacerlo, adelante :)

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  3. pero...la infancia se abandona??? Es obligatorio hacerse mayor??? no quiero! no quiero! no quiero! y ahora cojo y me enfado, hala!

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  4. hay un pequeño relato, de james joyce, que se titula araby, que narra precisamente ese momento donde uno deja la infancia, creo que te gustaría

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    1. Es acaso este: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/joyce/arabia.htm

      me ha gustado, si, aunque imagino que al traducirlo se perderá mucho del disfrute del original...

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  5. Creo que la fui dejando a plazos y todavia me queda algún resquicio de ella.
    De la primera parte perdida, el primer recuerdo de terror que tengo viene de cuando tendría unos cuatro o cinco años, y creo que tendría esa edad pq ya hablaba perfectamente y entendía los insultos.
    Estaba en la cocina y él no dejaba de criticar a una persona y a otra y yo harta de aquello le pregunte con toda inocencia quien era él para hablar tan mal y entonces me agarro de los brazos y me zarandeba mientras preguntaba fuera de si ¿quien soy yo, dime quien soy yo? Estaba tan aterrorizada que no era capaz de abrir la boca pero sentía que era imprescindible decir algo: un hombre, un señor! recuerdo que dije. Entonces me soltó y yo estuve temblando hasta hace bien poco.
    Esa fue la primera vez que intuí que mi vida iba ser bien difícil.

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  6. Como ya hablamos, coincidimos en edad para esta historia y lo que si me quedó claro es que a partir de la muerte de mi padre. yo puedo hacer un hilo conductor de mi vida y saber lo que hice cada verano, quién me daba clase, con quien salía... Antes de su muerte tengo retazos de recuerdos, pero no una vida estructurada. Lo que nunca supe es si fue la edad o su muerte la que me ordenó la memoria

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    1. No lo se, pero en mi caso la muerte me cambió el universo entero...

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  7. Quizás cuando dejé de creer en los Reyes Magos. Después ya todo vino rodado. (((:)))

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    1. Ciertamente dejar de creer en los reyes es un antes y un después :D
      ¿para cuándo tu blog?

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  8. Precioso, intenso y melancólico post, Penita. Yo creo que no he reflexionado suficiente sobre cuando dejé mi infancia atrás... la siento tan lejana... tal vez fue cuando me mudé por primera vez de casa. Para mí, la barriada de Son Espanyolet fue mi infancia...

    Me muero de ganas de leer "el lector de Julio Verne" pues estoy a la mitad de "Inés y la alegría" que me está encantando y lo leo precisamente para después poder seguir con "el lector..." desde que vi la entrevista en página 2 a Almudena Grandes hace unas semanas.

    Un abrazo intenso y espero que regrese la rutina a vuestros días a pesar del paisaje desolador. Abrazos a repartir!!

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    1. Lenita preciosa, el lector de Julio Verne me sobrecogió... es esa conexión mágica que se tiene a veces con un texto... te va a encantar! yo, como soy una desastre, ahora estoy apenas con Inés y la Alegría :)

      besitos para toda la familia :)

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  9. Almudena Grandes me gusta y mucho. No leí el libro que leíste...seguro debe estar bueno. La infancia la perdí de manera abrupta... Es curioso, perdí a mi padre no hace tanto....pero tengo muy presente cuando teniendo unos 11 años una compañera lo perdió de golpe y fue tremendo para ella. Me he topado con muchas personas que les pasó lo mismo, en edad temprana perdieron al padre y las marcó mucho. UN abrazo

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  10. Este es el libro más reciente de Almudena y es parte de una obra completa llamada Capítulo de una Guerra que no Termina. Se han editado dos de esos capítulos pero son novelas independientes... una maravilla, espero que puedas leerlos...

    No te pregunto acerca de lo que mencionas de tu infancia porque no lo mencionas espontáneamente pero me llama la atención que la mayoría de la gente no es consciente de ese momento de inflexión. Supongo que lo "normal" es ir gradualmente...

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