abril 23, 2012

Tierra, ¡trágatelos!

Contexto:

Corre el año de 1997. He terminado con mi (dis)pareja con la que estuve durante caso ocho años. He comenzado otra relación con P. Acabo de comenzar a trabajar en la supermegaguay universidad privada en mi ciudad con un sueldo que triplica al de mi trabajo anterior. Mi (dis)pareja sigue viviendo en mi casa y P. vive con su padre, su madrastra y sus hermanos menores. En el ambiente lésbico de Monterrey corre la historia de cómo la policía pilló a dos chicas muy conocidas en el coche de una de ellas y teniendo una las bragas de la otra en la mano y les hacen pasar el mal rato de su vida y casi casi las fichan por "faltas a la moral"...

Con todo el panorama anterior, diré que no es muy exacto eso de que "terminé con mi (dis)pareja y luego "comencé con P.", digamos que el tiempo no era muy lineal en esos días. En esas andábamos ingeniándonos como podíamos para vernos en alguna parte a solas y en privado. En mi casa no podía ser porque allí estaba mi (dis)pareja metamorfoséandose en (ex-dis)pareja. En casa de P. no podía ser tampoco porque no tenía ninguna privacidad entre que su padre era muy dominante y sus hermanos no la dejaban ni a sol ni a sombra. Alguna vez podíamos ir a un hotel pero obviamente eso no era viable para hacerlo con frecuencia. Yo era la primera mujer con la que ella estaba y al ser bastante menor que yo, esperaba que yo como mujer experimentada (jua) encontrara alguna alternativa. ¿Solución? subir al coche por la noche y buscar alguna calle poco frecuentada aunque no por ello insegura. Complicado, ya lo se... pero era lo que había.

El invento iba funcionando bien, no era que usáramos el coche como follomóvil pero al menos algunos besos y caricias en condiciones si que podíamos tener.

Una noche elegí para aparcar una calle bastante discreta que estaba cerca de mi casa ubicada en una zona residencial de clase media aunque con pretenciones de clase alta. Recuerdo que yo llevaba una camisa blanca preciosa y que ya la tenía abierta y el sujetador desabrochado cuando de pronto veo unas luces harto sospechosas... ¡una patrulla de policía estacionada detrás de nosotras!



Cualquiera que haya vivido en México sabe que ver esa luz hace que una sienta que se le va toda la sangre a los pies, mucho más cuando sabes que estás en una situación en la que pueden llevarte detenida o por lo menos ponerte una buena multa. Dicen que cuando te estás muriendo ves toda tu vida como en una película... pues mientras que me abrochaba la ropa yo vi la película de lo que me iba a pasar: para comenzar, mi madre tendría que ir a sacarme de la delegación de policía, en mi nuevo supermegaguay trabajo se enterarían y como era una universidad privada de lo más conservadora me echarían, mi (dis)pareja se llenaría la boca de razón cuando decía que yo era una desvergonzada y a P. la encerrarían en su casa y me acusarían de "llevarla por el mal camino"...

No había terminado de ver mi negro futuro cuando ya tenía al policía junto a la ventanilla del coche pidiéndonos la identificación. Mientras la sacaba de la cartera comenzó a entrarme el aplomo de quien tiene todo perdido y al darle la identificación le sostuve la mirada y le solté algo así como:

- "¿Se puede saber qué pasa? ¿porqué me tengo que identificar? ¿desde cuando es delito estar dentro del coche estacionado? ¿Cómo se llama usted? ¿Cuál es su número de placa?".

Se conoce que lo pillé desprevenido... comenzó a darme explicaciones acerca de que los vecinos de la zona habían reportado un coche sospechoso y desconocido y que estaban investigando de qué se trataba...

- "¿Y ya ha visto que no hay nada sospechoso aquí? porque sepa que me ha dado un susto de poca madre, hasta me están dando ganas de poner una queja... ¿cómo dice que se llama? Además yo vivo por aquí cerca, ¿conoce al licenciado "donfulanón"? pues es mi vecino (al que yo no saludaba porque le tenía miedo, era jefe del tribunal superior de justicia)... ¿quiere que lo llame para que vea cómo me está tratando usted?"

Creo que fue ese último golpe el que me valió rebobinar la película de mis desgracias futuras. El policía se encogió y me dijo "usted disculpe" y que me podía ir... cosa que hice antes de que se arrepintiera y se diera cuenta de que todo había sido un farol...

24 comentarios:

  1. Qué mal rato, Pena. Vaya pillada. Pero al final se marcho tu (dis)pareja de casa?
    Bss

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    1. sip, se fue de casa después de muchos disgustos... es lo que tiene no haber llevado terapia...

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  2. Chica, que soltura para pasar el mal trago! supongo que se te acabaron los momentos coche no???

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  3. Pero eso sí, la camisa era preciosa! ;)

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    1. es que de verdad me encantaba, la usé hasta que se hizo trapillo...

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  4. Pero a quien se tragó la tierra, a ti o al guardia?...
    Momento Almodovar, si no fuera por lo crudo de la realidad.

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    1. yo quería que se lo tragara a él, faltaría más... yo me lo estaba pasando pipa antes de que llegara...

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    2. De eso no nos cabe ninguna duda!!! ;o)

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  5. qué peligro tienen los coches, maja.

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    1. y que lo digas Marcelilla y vivir en un país homófobo y machista, más.

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  6. jajajajajajaja, con tanto que hemos hablado y esto no me lo habías contado, amiga!!! Qué aplomo, qué inteligencia, chiquilla. ¿Y la otra? Parece que no metió la pata, aunque más bien creo que en tu afán de salvar el pellejo ocultaste con tu cuerpo su cara de susto para que no la viera el poli.

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    1. la otra todavía debe estar reponiéndose, si es que siempre he huído para adelante jajajaja

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  7. Me ha encantado lo del follamovil jajajajaja!!

    Yo tengo algunas de esas anécdotas también aunque nunca le he echado tantos ovarios como tú...Olé!!!

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  8. Ostras, Penita, menudo tesón que le echas al momento. Espectacular. Yo no me hubiera atrevido, sobre todo porque en mi zona, de hacerlo, te aplicaban la ley antiterrorista y te tenían, primero tres y luego, con el cambio, cinco días incomunicada.

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    1. Reconozco que si fuera hoy en día no lo repetiría... digamos que fue una cosa de calcular por dónde podría salir mejor librada. En el caso que comentas, tampoco hubiera intentado esa salida...

      besitos niña, te debo un mail!

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  9. eso se llama aplomo y lo demás son tonterías.....qué soltura....no me extraña que se te acabaran las ganas de follomovil por un tiempo
    jajajajaja, buena anécdota
    saludos

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    1. Graciasssssssss :) y bienvenida a mi blog, vuelve cuando quieras :)

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  10. ¡Madre mía, qué valiente! El policía todavía debe de estar temblando, jajaja. ¡Y todo eso mientras te abrochabas el sujetador! :P

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    1. Valiente dice, que noooooo, que fue más bien el miedo/terror a lo que podía suceder si la cosa iba a mas!

      besitos

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  11. Guau!! ¡Qué aplomo!Y qué bien lo has contado. No es que me haya bajado la sangre a los pies, pero un leve escalofrío por la espalda... :-)

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    1. jajajajaja gracias Clara, me alegro que te haya gustado. Espero que vuelvas por aquí, no te animas a tener blog?

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  12. ¡Vaya ovarios, Penita, vaya ovarios!
    Con este acto, te impongo la medalla l valor, y a la osadía máxima (zorredieta).
    Me pasó algo similar en Caracas, con aquella novia que tuve. El soldadín que nos pilló era gay, sino, hubiéramos tenido que darle hasta las bragas para evitar la denuncia.

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