diciembre 18, 2011

1984 - 1985

Desde niña tuve la certeza de que moriría joven. Tanta era mi certeza que hasta "sabía" que me moriría a los veintidós años. No es que estuviera deprimida o fatalista, era tan natural como tener los ojos marrones o el pelo lacio. No recuerdo que haya habido algún momento de mi vida en que eso se me metiera en la cabeza, fue  una idea que estuvo siempre allí.

Resulta que un día amanezco y me doy cuenta que ya tengo los mentados veintidós años, que no me he muerto, que no estoy enferma de nada y que, salvo que me atropelle un coche o me caiga un meteorito y me rompa la crisma, no me voy a morir taaaan joven como pensaba... A vivir pues, ¿no?

Es la época en que comencé a hacer experimentos con humanos; me puse a estudiar italiano que siempre me había llamado la atención; comencé a vestirme, peinarme y arreglarme estilo "los horribles ochenta"; comencé a pasármela francamente bien.

Es el tiempo en que conocí a Mitari, que iba conmigo a muchos sitios y juntas conseguíamos que la gente se pusiera contenta. Los que eran mis alumnos en ese tiempo ahora son adultos y todavía recuerdan los viernes, cuando Mitari me acompañaba al trabajo.

Leyendo a Chris y la historia con su Josefa, me acordé de esos días y me dí cuenta de lo feliz que fui en esa época de mi vida. Es extraño. Debe haber otros momentos así, que hayan sido felices aunque cuando los estaba viviendo no me parecieron nada del otro mundo. Debería considerar la posibilidad de volver a contactar con Mitari...

8 comentarios:

  1. ¡Temazo! Aunque de la época me gustaba más "material girl", pero Madonna es Madonna. Joder, pues no era fúnebre de joven ni "ná", "shiquiya". ¡Qué bonitos los amores profundos!

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  2. Hay amores que nunca se olvidan, porque son quienes más dan y quienes menos piden. Estableces una relación sana de dar y recibir y son muy agradecidas a nuestras muestras de afecto.

    Aquí estamos Josefa y yo, leyéndote, jugando un poco a mezclar voces, a poner acentos.
    Sigo admirándome de lo opuestas que somos, a ella le encantan sus curvas, yo me desespero con las mías...tengo tanto que aprender...
    Estoy convencida que el tiempo que estuvo Mitari a tu lado te enseño también mucho. Debiais formar muy buena pareja.

    La próxima vez que vengas a Madrid te presento a Josefa, le he hablado de ti y me ha dicho que tiene ganas de conocerte. Intuye que podéis hacer un buen tandem!!

    Un abrazoooooo

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  3. Coño, Penita, qué premonición tan chunga ¿no? Menos mal que todo era una fantasía, besines.

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  4. Jope Juli... que en mi tierra la relación con la muerte es menos fúnebre que aquí...

    Pues si que tengo ganas de conocer a Josefa y escuchar sus acentos ;) Todo se andará nena...

    jajajajaja Marcelita, pero si tú estuviste en México! que no has visto que no lo llevamos tan mal? besines

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  5. conocí a un chica que también hablaba de morir antes de cumplir los 21. Una mañana, cuando aún tenía veinte, comentaba con ella que solo faltaban unos dias para su cumpleaños y su predicción no parecía que fuera a cumplirse. Aún quedan unos días, me dijo.
    Y su intuición si se cumplio.

    Me alegro que la tuya fallara, mucho.
    Besito madrina querida.

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  6. Cuando quieras, te hago una entrada sobre el sincretismo en la Iglesia Católica.

    Felices fiestas.

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  7. Me sigue gustando la facilidad con que te expresas por escrito. Me encantan tus dotes innatas de narradora.
    Eso hasta me pone muy cachonda, Pena, Penita, Pena de México.

    Mil besines. Felices fiestas.

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  8. Contacta, Penita, contacta, al menos para decirle lo feliz que fuiste en esa época. Seguro que le das una alegría muy grande.
    ¡Qué recuerdos me trae esta canción de Madonna! ¡Qué fantásticos, los ochenta!

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