fin de semana

La verdad es que mi güera y yo hemos tenido últimamente una rachita de turbulencias un tanto extraña en el ambiente que nos rodea y cuando eso pasa, de lo que dan ganas es de refugiarse en casa.

Por eso y porque ya nos lo debíamos, hemos incorporado más seres vivos a nuestro microcosmos particular. Ahora tenemos un proyecto de seto ya plantado alrededor de lo que algún día será el jardín de nuestra casa:

También hemos colocado un naranjo que estaba muy tristón en una maceta en casa de un vecino. Él se compadeció del pobre naranjito y nos pidió que lo adoptáramos porque él no tiene espacio...

Y lo mejor de todo es que parece que nuestro olivo este año se anima y nos regalará con muchas aceitunas este otoño...

Y claro, como el fin de semana ha sido tan... raro, no podía faltar la conversación absurda:

Güera: ¿Ya viste que las golondrinas están haciendo otro nido en la entrada de casa? junto a los otros tres que tienen...

Pena: pues no me había dado cuenta, pero si... es verdad...

G: Tendremos que poner esa repisa que nos dijo A., para que no sigan cagando la entrada que por más que la lavamos nunca está limpia...

P: si, es buena idea pero... ¿no crees que a lo mejor les molesta a las golondrinas para entrar en sus niditos? (me oigo a mi misma y recapacito) me estoy pasando, ¿verdad?

G: que va... si quieres les dejamos nuestra casa también y nos vamos a vivir a la parcela...

(Pasan unos segundos... carcajada compartida, si es que soy una animalista exagerada...)

Nota: no hacer caso de la fecha de las fotos, mi cámara se volvió loca y yo no me di cuenta...