Tenemos amistad con nuestra médica de cabecera, a quien yo cariñosamente llamo "La Terremoto de Teruel" por razones obvias: es tremenda y es aragonesa. Su hija es amiga nuestra también (la dinamita, de cariño).
La dinamita estudió administración de empresas, pero como mucha gente de veintitantos años en este país, está en el paro. Por mientras de que sugía algo se metió a estudiar un master que tiene que ver con el desarrollo comunitario. A principios de este mes se fue a Guatemala a hacer las prácticas del master en una agencia que depende de la ONU. Como va a estar allá por lo menos seis meses, hizo una comida de despedida y nos invitó.
Allá que vamos la güera, la terremoto, otra amiga (de nuestra quinta) y la que esto escribe. La comida se realizaría en una caseta de campo en un lugar de la montaña. La dinamita nos dijo que debíamos dejar el coche en cierto punto y llamar para que fueran a recogernos o andar un poco y llegar a pie, porque el último tramo del camino no se podía hacer con cualquier coche.
Nosotras nos lanzamos con el espíritu ese sobradito que tiene una que es mayor que los demás, que siente que tiene más experiencia y que "¿qué me van a contar a mí estos moconetes flores de asfalto?".
Como somos muy audaces, nos fuimos con pocas referencias pero eso si, las que teníamos eran malas. Después de dar vueltas a la montañita de marras por casi todos sus lados conseguimos entrar por el camino que si era y al encotrar una bifurcación que no nos habían mencionado, elegimos y fuimos a dar directamente a un camino cortado por las lluvias... regresamos, fuimos por el otro camino y ahora si (una hora después de emprender la marcha) llegamos a la primera referencia "buena" que teníamos:
"A mano derecha vas a ver una casa de madera"
Bueno... la verdad es que algo de madera si tenía. La siguiente referencia era:
"De allí sale el camino que tienen que seguir, pero no pueden ir en coche porque está muy mal, tienen que ir andando o llamar para que vayamos a recogerlas".
Esto... como ya dije, íbamos de sobraditas... asi que decidimos elegir el camino que desde nuestro punto de vista estaba peor y caminar, al tiempo que renegábamos acerca de lo urbanitas que eran estos chicos "que no se atrevían a meter un coche por aquí, que si bla bla bla..."
Media hora después nos dimos cuenta que por allí no era porque además de que el camino estaba muy bueno, no parecía haber una caseta por ningún lado y estábamos ya lejos del coche. Volvimos y tratamos de llamar. No había cobertura. Hicimos un rastreo y en un punto milimétrico había algunos restos de cobertura pero si tratábamos de llamar nos salíamos del punto exacto. Así que mejor escribimos un sms y haciendo equilibrios logramos mandarlo... nos contestaron y fueron a recogernos. Resultó que el camino no era ninguno de esos sino otro que apenas se veía porque efectivamente era malo... digamos que decir que era un camino es pecar de optimismo. Al final llegamos a la caseta. La gente ya estaba allí preparándose para comer una paella.
Sobra decir que el resto de los invitados eran muy jóvenes. Supongo que el mayor de todos tendría treinta años... aunque también puede ser que los aparentara nada más, el caso es que había allí todo un amplio surtido de piercings, rastas y tatuajes. También había una neveras portátiles, una mesa que se estaba desintegrando y cervezas, muuuuchas cervezas.
Nos acomodamos y comenzamos a convivir con los chicos, que la verdad era muy agradables. Eso no impidió que yo me sintiera como de las Chicas de oro, pero en fin. Sacaron la paella, estaba deliciosa. Comimos todo lo que quisimos y más. La ventaja de ser una chica de oro en una reunión con los amigos de la dinamita es que son gente muy buena y sabe tratar bien a las mayores, nos daban las cervecitas más frías y los mejores trozos de carne en la paella...
La parte divertida vino después, cuando nos dimos cuenta que no había agua potable. El arroz da mucha, mucha, MUCHA sed... ni modo, ¿verdad? a tomar cervecita... "ay pero es que a mi ya me fastidió el sabor de la cerveza y sigo con sed, ¿qué más hay? ¿vino? pos bueno... esto... como que se me está subiendo, ¿qué más hay? ¿sólo alcohol? mmm...."
Para no hacer el cuento largo, después de un rato recuerdo como entre sueños que yo estaba contemplando a un chico de rastas y chubasquero (con el calor que hacía, pofavo), que bebía a morro de un botellón de tinto de verano, sentado en el suelo y yo pensaba de qué modo quitárselo porque seguía con sed...
Al final, los chicos comenzaron a despedirse y las chicas de oro hicimos lo propio... no sin antes hurtar una litrona de cerveza que nos fuimos bebiendo a morro mientras bajábamos a pie por el camino de cabras que antes habíamos subido dignamente transportadas en un todo terreno...
Nos vinimos a casa y rematamos el día bañándonos en la piscina comunitaria más felices que un niño con juguetes nuevos.
Me divertí mucho en esa comida... pero eso no me libró del tremendo dolor de cabeza que tenía horas después y al ver las fotos, vi que tomé esta, que desde luego fue mi favorita...
Jaajjaja, que gracia, entre el tingo y el tango... sí que llevais una intensa vida social.
ResponderEliminarPor cierto, con todo lo que bebiste, muy buena foto.
Un besote
noche
jajajaja, penaaaaaaa. Llegué a imaginar que ni siquiera la casa de madera era la que os habían indicado. Y encima para beber sólo alcohol jajajajaj (no te imagino borrachuza, en absoluto, pero ya querría...)
ResponderEliminar¿Y veías lo mismo que ella?...
ResponderEliminarjajajaaaaaaaaa, vosotras estais pidiendo una aysha a gritos!!!! (que tb vale para andar!, si es que es una joya...)
ResponderEliminarah y una cantimplora para las excursiones, jejeje
curiosa foto.. ya veo que para poco este verano..
ResponderEliminar¡Vaya pechá de andar que os disteis! No habéis parado, ¿eh? Pues para pronto habrá que preparar "la cueva II", que yo no os conozco :-). ¡Besotes!
ResponderEliminarGracias noche, la bicicleta esa era irresistible por surrealista :)
ResponderEliminarHacía tanto calor Candelita, que yo creo que sudé la mayor parte... pero de todas formas si que me puse un poquito alegre. Quién me iba a decir a mi que iba a hacer botellón a mi edad...
Ay Alson... ¿cuál ella? jajajajaja la bicicleta? creo que el calor me está derritiendo el cerebro jajajaja
Lo de la cantimplora, vale Farala... pero una Aysha? y dejar de tener la emoción de perdernos TODAS las veces? jajajajajaja
Así es Ico, paramos poco, lo justo para cambiarnos de ropa y seguir jajajajaja
Todo se andará Tantaria, pero que sepas que si nos toca coincidir en lo de Candela y Pepa, ni loca dejaré que te quedes en el coche cuando todas las demás fumamos... que te lo tengo dicho, que no me fio de ti, que eres un peligro! jajajajjajaja
jajajaja... no sé cómo es la hija de la terremoto, pero como sea como la madre le pega mucho el apodo de "dinamita" jejeje
ResponderEliminarHay que ver dónde se pueden encontrar poemas visuales!! hermosa foto y precioso post.
Abracitos salinos de las dos para las seis
La foto es una pasada, aunque confieso que he tenido que ampliarla...
ResponderEliminarlo tuyo si que es un verano intenso ¡viva la vida social!
besotes
Lenita, la dinamita es la versión dulce y slow motion de la terremoto... pero igual de adorable :)
ResponderEliminarjajajaja solamente es por compensar el verano pasado que fue de pesadilla mam ;)
Pero tú y tus amigas eráis las chicas de oro?? (ja,ja) entonces los demás qué eran adolescentes?
ResponderEliminarEstas reuniones y encuentros casi improvisados, sin mucha preparación previa y demasiada planificación son los que mejor recuerdos dejan.
Está muy entretenida y simpática esta lectura. Hay momentos en los que debemos olvidarnos del agua para la saciar la sed... (je,je).
saludos.
Una aventura más en vuestro haber... y una foto de camuflaje
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