junio 08, 2010

Desahogo



El fin de semana pasado, hablando con una amiga, me comentó algo que me han dicho varias veces en mi vida: "es que proyectas una paz y una tranquilidad..."
Le contesté que cuando me han dicho eso, a menudo he pensado que la procesión va por dentro.

Debo aclarar también que cuando abrí este blog me propuse que lo que plasmara en él sería positivo, que no me dejaría llevar por las quejas ni por el pesimismo y que, en la medida de lo posible, trataría de hacer de este espacio un recopilatorio de las cosas agradables que me sucedieran.

Pues bien no lo puedo evitar así que me van a disculpar... ESTOY HARTA, COMPLETAMENTE HASTA LA MADREEEEEEEEEE!!!!

¡Ups! ¿lo escribí o lo pensé?

Definitivamente debe haber algún cursillo secreto pero mundial para ser albañil. Ríete tú de las teorías de la conspiración judeo-masónicas para derrotar a las fuerzas del bien. ¿Será que tengo imán para los pasotas-desobligados de la profesión?

En septiembre del año pasado vendí mi casa de México y con el dinero resultante mi güera y yo nos dedicamos a tapar los agujeros de todos los tamaños que tenía nuestra economía. Como el dinero tiene la mala costumbre de haberse evaporado para cuando una se viene a dar cuenta, decidimos que con lo que nos "sobraba" haríamos algunas obras en casa: arreglar la parcela que parecía un campo minado (más que nada para poder andar sobre ella sin partirnos la crisma), aprovechar los cimientos de la casa para hacer un sótano-trastero (antes de que las cosas acumuladas no nos dejaran dar paso dentro de casa), hacer algunas jardineras para poner plantitas sin correr el riesgo de que se las llevaran los vientos huracanados que soplan por aquí en invierno, poner la calefacción para dejar albergar el miedo de amanecer moradas, duras e inertes cada mañana en invierno... cositas así, frivolidades.

Comenzamos a investigar quién se haría cargo de la reformita. Una amiga nos dijo que su hermano era albañil y que le iba a pedir que nos hiciera un buen precio por el trabajo. Nuestra amiga es una de las personas más responsables, proactivas y energéticas que yo haya conocido por lo que supusimos que si la cosa era de familia, su hermano sería algo así como un albañil maravilloso.

El tipo resultó simpático. Vino, tomó medidas con esa metodología esotérica que ellos tienen, nos endulzó el oído con los fantásticos planes acerca de lo bien que lo haría y nos presentó un presupuesto más que razonable. Como nada en la vida es perfecto, el inconveniente sería que como él estaba trabajando en las obras del AVE, solamente vendría los fines de semana. No nos importó, después de todo venía el invierno y las obras de la parcela y el sótano no eran urgentes.

Corría el mes de noviembre. Vino con una máquina, hizo unos pozos en la parcela en donde más tarde estarían los árboles (las moreras), trajo también algunos sacos de cemento, piedras, arena de diferentes calibres y... ¡oh desgracia! se lastimó la espalda... que mala pata, ¡caray! ni modo... a recuperarse...

Pasan dos semanas. El tipo se recupera. ¡Chispas! ¡que ya es diciembre! Que si las fiestas, las comidas de empresa, las lluvias, el frío y las arañitas del techo... el tipo no pega ni golpe en todo el mes...

Así podría ir relatando lo que ha ido sucediendo durante cada uno de estos SIETE meses que han transcurrido desde que le dimos el "si quiero" a su presupuesto. Seguimos en obras. Me muero de la risa cada vez que leo en el papelucho ese: xxx euros por concepto de limpieza y desescombro final... si me he pasado meses recogiendo piedras, sacos de cemento (vacíos, que tampoco soy superwoman), escombros, clavos oxidados, maderas de todos los tamaños ¡yo solita!

El colmo ha llegado hoy, cuando me asomo al hueco de lo que un día será el sótano y veo que el fulanito está haciendo las cosas de tal manera que para entrar y estar erguida dentro, tendría yo que ser una niña de ocho años... ¿será por espacio?
Cuando le pregunto el porqué, me dice que si lo hace más amplio tendrá que poner escalones para entrar y agrega: "Oye, ¿no me dijiste que sería trastero? yo pienso que con este espacio te sobra... o qué, ¿va a venir Romay a estar aquí?"

Me muerdo la lengua, recuerdo a su hermana, recuerdo a mi güera que es tan conciliadora y dialogante y me contengo para no gritarle el discurso que mi tía le lanzaba a las muchachas que le ayudaban en casa: "¡No te pago para que pienses, haz lo que te digo y que sea yaaaaaaaaaaaa!"

Ay por favor, alguien que se lo lleve, alguien que me traiga una valeriana o ya por lo menos un tranquimazin, que ganas tengo de golpearlo... ya ni siquiera me queda el recurso de tirarlo porque como las obras del AVE se paralizaron con la crisis, el tipo ahora mismo está sin trabajo y no soy capaz de dejarlo colgado de la brocha como ha hecho él con nosotras desde que lo contratamos...

No le veo fin a esta pesadilla, a lo que si le vamos viendo fin es a nuestras reservas de dinero y me está dando una tentación horrible de decirle muy amablemente al muy hidepu que se vaya mucho a la chi...da porque francamente, en este caso los tacos españoles me resultan insuficientes...

He dicho, lo siento.

14 comentarios:

  1. Bueno, lo de los albañiles es para escribir un libro. ¡Mucha paciencia! Pero pronto tendréis todo tal y como lo soñasteis y os olvidaréis de lo del albañil...¡hasta la nueva reforma!

    ResponderEliminar
  2. Desde luego, lo que escuché el otro día del otro lado del teléfono parecía el bombardeo de Londres de mano de la luftwaffe. Ánimo, Penita, porque un buen día descubrirás que...¡¡Ya se han ido!!

    ResponderEliminar
  3. ¿Que los tacos españoles te son insuficientes???? No es de estrañar
    Por algo hay un dicho muy Madrileño:
    "Ni que fuera la obra del Escorial"
    Ármate de valeriana.

    ResponderEliminar
  4. De eXtrañar...perdón.
    (Que luego JuliGan me saca en su colección) ;-D

    ResponderEliminar
  5. Una cosa terrible aprendí de mi marido: Las cosas se pagan cuando el cliente está satisfecho y se le hace saber de antemano que en caso de lo contrario, o de retrasos injustificables se reducirá el presupuesto. Esto solo lo aceptan los profesionales serios y responsables. Eso sí, puede que no los encuentres!!!
    Niña, cómo os entiendo. De estas "a puñaos", por qué te crees que acabé siendo tan "manitas". No por gusto, sino por no aguantar "al especialista". Un fuerte abrazo x 2 y recuerda que todo pasa.

    ResponderEliminar
  6. ¡Qué calvario la verdad poder encontrar a alguien que haga su trabajo tal como uno uqiere¡ Me ha gustado ver que no eres todo lo modosita y tranquilita que aparentas.jjaja. yo bien, gracias

    ResponderEliminar
  7. El blog es un remedio estupendo para gritar los cabreos. ¿Te encuentras mejor después de haber despotricado un rato? jeje. El peor recuerdo que tengo de chapuzas es cuando pedí que me hicieran un mueble de escayola hace años. El encargado me dijo que tardaría tres días, pero tardó un mes. Cada día venía media hora, cortaba escayola y dejaba polvo finísimo en toda la casa. Luego al poco venía la misma media hora a soltar cola (pegamento para escayola) y dejar todo el piso lleno de pegotes. Cada día después de esa media hora nos decía "ahora vuelvo" y ya no le veíamos el pelo hasta el día siguiente. Y cada día limpiar y raspar.
    Esas cosas son como un mal parto, que se olvida enseguida, así que echadle paciencia, que acabará siendo lo que tenía que ser o algo parecido jajaja. Muchos besos a las dos

    ResponderEliminar
  8. Pídele el presupuesto por escrito, una fecha de finalización de obra (por escrito también), facturas de los materiales, etc. No le des un duro hasta que acabe su trabajo, y amenazalo con denunciarle. Hay mucha picaresca en el mundo de la albañilería, aprétale las tuercas o se reirá de ti. Un beso

    ResponderEliminar
  9. Tantaria: ¿Paciencia? agotose, lo siento...

    Juli: pues si, se han ido... y cuando tu mitad y tú vengan, igual y le pido a la Ka que me de asesoría en tabiques y obras varias, dices que es manitas, ¿no?

    Alson: El Escorial no lo se, pero desde luego estos se creían que estaban haciendo las pirámides de Teotihuacán...

    emejota: pues si, todo pasa y de ésta ya aprendí algo nuevo, gracias por el consejo, lo tomaré en cuenta.

    Ico: ¿modosita? Como dice mi güera: el Internet engaña mucho ;)
    Me alegro que estés mejor :)

    Candelita: pues si que me sentí mejor, lo haré más a menudo. Ahora si que de obras me lo pensaré muchas veces antes de volver a embarcarme...

    Isabel: Tu consejo llega tarde para esta obra pero puedes jurar que para la siguiente no me sucederá...

    besos a todas

    ResponderEliminar
  10. qué buenoooo es desahogarseeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee, aquí y en cualquier lado!!!!

    te comprendo, penita, te comprendo y admiro tu paciencia, aunque sabes qué dice mi suegra? "más vale ponerse una vez colorada que cien amarilla"

    o sea que... ya sabes! ninguna agresión sin respuestaaaaaaaaaaaaa

    Ánimo y besos para toda la family

    ResponderEliminar
  11. A mi hermana le pasó algo así con la reforma de su primera casa, pero aprendes la lección y para la siguiente no coges a nadie conocido para así mandarle a su casa con el primer problema. Animo, guapa

    ResponderEliminar
  12. El refranero popular español dice que si quieres desearle PENAlidades a alguien se le dice, "juicios tengas y los ganes y así entren los albañiles en tu casa". Así que no hay más que decir. Mucha peciencia y mucha entereza de ánimo, que todo pasa.

    ResponderEliminar
  13. No me extraña que estés desespèrada, no es para menos. Pero si no cumple, tendrás que prescindir de sus servicios, no está la cosa como para tirar los leuros.

    Un beso

    noche

    ResponderEliminar
  14. La primera regla que hay que cumplir cuando se empiezan las obras es: no contratar al hermano, primo, amigo, sobrino de nadie, ni de una misma. La segunda, practicar meditación a diario.
    Suerte y ánimos. Menos mal que no lo tenéis dentro de la casa, imagina que es el cuarto de baño lo que está arreglando el chico.

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails