Practical Magic

Lo de anoche me pareció mágico. Cuatro mujeres sentadas a la mesa hablando, unidas por el cariño y la sensación complicidad y solidaridad, ésas que en algunos lugares son tan difíciles de encontrar.
La luz tenue, el ambiente relajado después de reír como niñas por tonterías. Por detrás de los muebles, a través de las ventanas cerradas, comenzaron a llegar los recuerdos de nuestras madres; primero las muertas, después las vivas.
Hablamos de esas mujeres que vivieron tiempos tan diferentes al nuestro, las vimos por todos los ángulos, especialmente aquéllos que coincidían con nosotras.
Mujeres tan diferentes pero unidas entre sí por el amor que tuvieron por sus hijas y que a veces manifestaron de maneras que nos lastimaron.
Volvimos a reír, nos pusimos serias, pero no lloramos porque muchas de las cosas que nos dolieron están perdonadas pero sobre todo porque el trabajo de esas madres nos hizo fuertes por imitación o por oposición.
Al final de la noche las depositamos delicadamente en el lugar que ocupan en nuestras vidas y nos fuimos a dormir.
Por mi parte estaba agotada de una conversación tan intensa como íntima...