Estaba yo peléandome con la puerta del horno porque hoy me dió un arranque de hacendosidad y la quité para lavarla y ahora no la puedo volver a poner. Decidí que necesitaba un respiro, me senté a ver cosas en el ordenador y en eso me llegó un msg que me ha cambiado la jornada. Hoy es día veinticinco, como aquél. Un fuerte abrazo amiga, espero que el tiempo vuele veloz para ti.
Un 25 también se fué mi madre adoptiva...2+5=7 ¿será por eso?.
ResponderEliminarMe sumo a tu abrazo para esa amiga.
Lindo ramo, lindo rostro. Seguro que nos habríamos llevado muy bien. Un abrazo cómplice.
ResponderEliminarBonito homenaje el que le haces a tu madre en ese día veinticinco.
ResponderEliminarY bonito el abrazo a esa amiga.
Es el tiempo el que mitiga el dolor, que no el recuerdo...
Un beso
No había entendido al 100% este post, hasta que he leído otros. Esas madres no se perdieron en la nada, lo sé y me consta, por vosotras mismas. Me da a mí que están más presentes que nunca en toda su importancia y hermosura. Un abrazo.
ResponderEliminarEsta semana también hará diez años que me dijeron que mi madre se moría y que no había nada que hacer. Se me abrió un abismo a los pies. Un bonito recuerdo el que escribes, Pena.
ResponderEliminarnuestras madres siguen vivas dentro de nosotras, haciéndonos mejores, limando asperezas, moldeando nuestro espíritu... yo siempre me siento acompañada por mi madre a la que le consulto cualquier importante decisión en mi vida.
ResponderEliminarUn ramo precioso para una hermosa mujer, que sigue muy viva y orgullosa dentro de ti.
Abracitos salinos y tiernos
las primeras flores, me las guardo también, gracias a las dos...
ResponderEliminarpuffff, no puedo decir más.
ResponderEliminarEl tiempo pasa, siempre juega a nuestro favor, aunque a veces no nos demos cuenta.
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