julio 08, 2009

Que Tinguem Sort II

Contexto:

Hace cuatro años estaba yo viviendo en mi ciudad natal: Monterrey, Nuevo León, México. En esa época ya me encontraba tranquila después de haber terminado una relación a distancia que me había dejado con la profunda convicción de estar mucho mejor sola que mal acompañada.
Estaba, desde hacía meses, retrabajando el concepto de mi propia identidad, cultivando más que nunca mis amistades, volcada en mi trabajo voluntario en pro de los animales de compañía que deambulaban abandonados por las calles y esperando la visita de una amiga que vivía en otra ciudad y con quien me reunía cada año para ponernos al día de nuestras vidas. Ella tabién había tenido una ruptura reciente y la reunión prometía ser animada.

Dentro de este contexto, yo le escribía a esta amiga cartas en las que plasmaba mis conclusiones acerca del amor. Lo que había pensado a raíz del suelazo que había tenido meses antes.

Un fragmento de una carta que le mandé decía más o menos así:

"Me dices: "yo no veo claro si realmente quieres o no alguien en tu vida ahora". Yo (mi cabeza), tiene claro que no quiero estar con nadie en estos momentos. Mis sentimientos van por otro lado y esos siempre quieren tener una compañera... pero he decidido dejar que mi cabeza gobierne mi vida aunque sea por una vez. Mi corazon ha resultado lo suficientemente chafo (malo) como para dejarlo suspendido de la tarea de gobierno por un buen rato... en mi vida las cosas no son blancas ni negas, todo es puro matiz, por eso a veces me oirás decir que me siento sola (porque me siento así, de verdad) y otras veces me oirás decir que no quiero involucrarme con nadie.

Yo a últimas fechas me he sentido cada vez más "adulta", más cínica y descreída, más cerebral, más fría... no me disgusto. Creo que una debe aceptarse tal cual es porque yo soy la única que con toda certeza va a quedarse conmigo hasta el final de mi vida y es mejor que me guste... pero de todas formas si puedo recordar con nostalgia el tiempo en que había ese componente pueril en mi personalidad que permitía que yo confiara en lo que la gente me decía y en la buena voluntad de cualquier persona. Aclaro que cuando menciono "cualquiera" y "la gente" me refiero a esas personas nuevas que van llegando a mi vida y no a quienes ya forman parte de mi círculo de amistades. Ustedes, mis amigos, mis hermanos elegidos y no dados por la naturaleza, son los que me permiten el equilibrio entre el escepticismo que predomina en mi alma a últimas fechas y la fuerza que se necesita para ir por la vida cotidiana :) Gracias por la parte que te corresponde en este equilibrio."


A la distancia es muy divertido ver la contundencia con la que uno hace las afirmaciones a veces... me reconozco en esa carta y me divierte ver lo que me sucedió después.

2 comentarios:

  1. Por eso está muy bien escribir lo que se siente, porque luego nos sirve de referencia para mil cosas, como para saber que nunca nada está dicho para siempre, por más que lo creamos.

    Pero ¿sabes qué? Pienso que una vez que se llega a una convicción tan clara de querer estar sola, y sobre todo cuando realmente se aprende a vivir sola, es cuando se está más preparada a vivir en pareja.

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  2. Pues si Candela, esa es una de las cosas que aprendí casi inmediatamente después de escribir la carta que sinteticé en mi post :)
    Gracias por colaborar en este blog, bienvenida siempre.

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