Celebrando tu vida

¡Quién lo diría! Hoy cumples noventa años y tu presencia sigue tan vital y fuerte en mi día a día a pesar del tiempo que llevamos sin vernos.

Después de todo, me alegro que no puedas ver lo que está sucediendo en la ciudad que tanto quisiste, mejor así.

Espero que estés feliz allá donde estás, te sigo echando de menos. No como el primer día, de otra manera que escuece menos pero que al mismo tiempo es más profunda. Estarás contenta de ver que voy bajando de peso, que mi güera y yo seguimos juntas y bien, que he dejado de fumar y que volveré a estudiar. Considera todas esas cosas y otras más como el regalo que hago en mi vida para celebrar la tuya...

Lo que no va a cambiar es que te quiero mucho Chata, te pienso todos los días y te sueño muchas veces, me sigues haciendo falta.

Te dejo esa canción que te gustaba mucho y que te hacía recordar tanto a mi papá...