octubre 08, 2010

Niebla en tubo



Me acuerdo cuando te conocí. Yo era pequeña y tú estabas muchas veces en las manos de mi papá. Recuerdo que encendía un cerillo (siempre compraba cásicos, ¿te acuerdas?), con él te encendía a tí y después me lo ponía frente a los labios para que yo lo apagara con un soplido. Era uno de los rituales entre papá y yo, eran los años sesenta y eran los tiempos en que se fumaba en todas partes, en cualquier momento y a nadie, ni siquiera a un padre tan "endiosado" con su hija como era el mío se le ocurría que no era buena idea fumar en presencia de los niños pequeños.

No voy a ser tan injusta de decir que mi padre tuvo la culpa de que tú me resultaras atractivo, pero si diré que recuerdo mis pensamientos cuando lo veía a él cómo disfrutaba de tu humo: "cuando sea grande yo voy a fumar como mi papá".

No había pasado mucho tiempo de eso cuando mi padre decidió cortar contigo. También lo hizo frente a mi. Recuerdo la escena. Apagándote y diciendo: "este es el último"... ¡y lo fue! no volvió a encender un solo cigarro en el resto de su vida.

A mis quince años consideré que yo "ya era grande" y te encendí yo solita por primera vez. Estaba con mis amigas que todas fumaban desde hacía tiempo y que me miraban como si yo fuera marciana porque no me dio tos ni asco ni nada de nada... fumé como una verdadera profesional desde el primer día.

Han pasado muchos años. Hemos compartido tantas cosas... más bien digamos que has estado presente en casi todos mis momentos importantes. Además es que me gustas mucho, no lo puedo evitar.

Nunca fui de esas personas que resienten físicamente tu presencia. No me he enfermado, tampoco he tenido esas crisis de ansiedad cuando he tenido que abstenerme de tu compañía por unas horas porque esté en un avión o en algún sitio donde no se pueda fumar. Con el paso del tiempo me fui autoimponiendo limitaciones. Una de las primeras fue la de no encenderte en presencia de niños ni de mujeres embarazadas; después cuando llegaba de visita a una casa ni siquiera preguntaba si podía fumar, me abstenía hasta ver que el anfitrión encendiera un cigarrillo; lo siguiente fue dejar de fumar cuando estaba frente al ordenador. Me di cuenta que no controlaba la cantidad que fumaba por estar inmersa en el chat/blog/trabajo o lo que fuera; a últimas fechas, te disfrutaba cuando estaba tranquilita, sentada en el sofá leyendo, viendo la TV o escuchando la radio. Nunca mientras estaba haciendo algo más.

Finalmente el día 27 de septiembre llegó una circunstancia que no esperaba. Me dio bronquitis... con tos de perro, ahogos, dolor y fiebre. Una moridera, vamos. La terremoto de Teruel me dio un tratamiento de caballo porque con la leucopenia que me cargo la cosa no está para correr riesgos. Me dijo además que no se me ocurriera fumar. No había posibilidad. Entre fumar y respirar me apetecía más respirar.

Al día siguiente me sentía mejor físicamente pero aún sin ganas de fumar... el tercer día fue horroroso... me asaltaron con toda la furia el bienestar, el síndrome de abstinencia, las ganas de fumarme a las perras, el mal humor, el sabor del tabaco (tu sabor) que me subía desde los pulmones hasta la garganta y la lengua... me encomendé a San Google y me encontré con que la gente decía que el tercer día era el peor... y me dolía tirar por la borda dos días que había estado "limpia"... lo pasé a golpe de zumo de limón que según he descubierto es genial para calmar el ansia de cigarrillo, caramelos sin azúcar y la santa paciencia de mi güera que se llevó algunas respuestas como de la niña del exorcista sin que vinieran a cuento...

Así han ido pasando los días sin reencontrarme contigo. Poco a poco se me va quitando esa tristeza un poco indecente que siento al pensar que me estoy despidiendo de tí. Con lo mucho que nos hemos querido... con lo mucho que te he disfrutado, con la compañía que me has hecho y la fortuna que me he gastado en tí...

He descubierto que los momentos en que más te extraño es cuando estoy sola y ociosa... así que me he vuelto experta en hacer cositas inútiles pero que me distraen en lo que se me pasa el antojo. También he descubierto que mi ropa huele a detergente por más tiempo y que los pedos de mis perras son más frecuentes y apestosos de lo que yo pensaba... ventajas y desventajas de recuperar el olfato...

Nunca voy a ser una exfumadora. Yo sé que si un día te vuelvo a encender me quedaré enganchada otra vez. Lo sé porque me ha pasado en dos ocasiones anteriores, este es mi tercer intento por alejarme de ti. La diferencia es que ahora soy más conocedora de la manera en que me relaciono contigo y supongo que eso será una ventaja.

También te digo otra cosa... si esto que estoy haciendo contribuye a que yo llegue a la senectud, entonces me reencontraré contigo... al fin que ya no importará ;)

23 comentarios:

  1. Esta vez, seguro que lo consigues. Si andas irritada por la abstinencia, prueba a tomar zumo de manzana y zanahoria, ayudará a relajarte. Algo que debes tener en cuenta también es que cuando se deja de fumar se nota aún más la carencia de vitamina c, por lo que sería recomendable que fueses tomando alimentos ricos en esa vitamina, incluso no estaría mal tomar un suplemento de acerola.
    Recuperar el olfato es muy positivo, poder oler el aroma de las plantas y las flores es una maravilla. ¿Has recuperado el sentido del gusto? Poder saborear una buena comida no tiene precio.

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  2. ¡Animo niña", seguro que lo consigues. Yo estoy esperando el momento de dejarlo, pero no tengo fuerza de voluntad.Un beso

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  3. Me ha encantado como has expuesto la situación. Muy sutíl, muy inteligente, muy veraz.
    Una autolimitación siempre se vive mejor que una prohibición, pero veo que lo estas llevando muy bien. Un fuerte abrazo x2.

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  4. Él te echará de menos, pero tú de más. Las grandes decisiones son así: cojonudas!

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  5. ¡Ole por ti! La próxima espero ser yo, pero no soy tan valiente, así que no me prometo nada :) Enhorabuena y un gran abrazo.

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  6. Lo conseguirás. Al principio es duro pero te aseguro que con el tiempo vives sin él y se vive muy bien. El café te sabe bueno, la comida la disfrutas, no tienes que estar pendiente de si te quedan cigarrillos o no por si acaso... Te lo dice una ex-fumadora compulsiva que ya va para diez años. Ah¡¡¡ Y se vuelve a respirar y a subir escaleras, montaña, ... sin tanta asfixia.
    Lo conseguirás. Ha sido una de las mejores decisisones de mi vida.

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  7. También te intento confortar: ánimo!! estas muy convencida, por tanto, tienes algo a tu favor. Además de la ideas muy claras, el excelente modo de expresarte, resulta muy convincente, tu serenidad y madurez para afrontar esta separación tan dolorosa... piensa que la mayoría, bueno al menos yo, soy ex- por tanto, sé de lo que escribo. Decidí dejar de fumar para invertir ese dinero en: cremas y tonterías de mujeres (perfumes y caprichos), cómo ves cada una buscamos nuestra propia justificación...je,je; desde el 98 uso cremas de todos los tipos y perfumes de los más variados...

    Me agradó mucho tu lectura.

    saludos.

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  8. Siempre anónima: soy fanática de los alimentos con vitamina C. Me gustan mucho los sabores ácidos. He estado leyendo acerca de la acerola y tengo una curiosidad enorme de probarla... la buscaré. No he sentido diferencia con el sentido del gusto, si sucede te lo comentaré. Gracias por tu apoyo.

    Isabel: yo no soy de esas personas que hacen algo y enseguida quieren que todos hagan lo mismo, si decides dejar de fumar tendrá que ser algo muy personal porque nadie hará el esfuerzo por ti. Por todo esto, agradezco tus ánimos y te digo que no te fustigues, ´cada una decide lo que quiere cuando puede :) besos

    emejota: creo que has dado con la clave, ha sido una autolimitación más que una prohibición y eso es lo que me ayuda a llevarlo mejor... besitos

    Alson: ¿decisión cojonuda? en mi caso ha sido más bien una decisión neumónica jajajajaja

    Candela: gracias mi niña... ¿quién me iba a decir? si la que lleva meses anunciando la decisión eres tú, yo ni me lo hbaía planteado en serio. Haces bien en no prometer nada, las cosas llegan cuando llegan. Que sepas que sigo sin ser fundamentalista, espero seguir asi, besitos.

    Martina: Gracias por tu apoyo. Yo no me asfixiaba al subir escaleras ni nada de eso pero admito que si me siento mejor de saber que no tengo que estar al pendiente de si me quedan reservas de tabaco o no. Confieso que eso es lo que peor llevaba de mi adicción. Enhorabuena por esos diez años sin tabaco, me imagino que estarás muy orgullosa de tí misma, besos.

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  9. Lemaki: se han cruzado nuestros comentarios :)
    Gracias por tu apoyo... confieso que yo también estaba pensando en lo bien que se va a sentir nuestra economía ahora que ya no voy a quemar los euros... a lo mejor hasta me compro mi máquina de coser! jajajaja

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  10. Hola Pena!, que bien volver a leerte y con tan buena noticia, por que lo es. Cada día ganas una guerra pequeñita, y así hasta las pequeñas escaramuzas del enemigo, que de vez en cuando intenta sorprenderte desprevenida. Sigu e firme. El territorio que has conquistado es un bosque de salud donde se respira limpio, se disfruta de olores y sabores, donde tu piel deja el tono cetrino y luce con brillantez, donde las piernas aguantan subidas sin pérdida de resuello, en definitiva, donde se vive mejor y sobre todo libre. Estas soltando unas pesadas candenas. Mucho ánimo! Contamos contigo! ;-) Un enorme beso.

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  11. Ostras Jirafita... lo de la piel cetrina me ha llegado al alma. Te cuento: desde que nací he tenido la piel amarillenta y siempre pensé que era por mi herencia indígena, soy mestiza como buena mexicana... si dejar el cigarro hace el milagro de que mi piel adquira un tonito sonrosado será como para llevarle flores a la Virgencita de Guadalupe... jajajajajajaja

    besitos, gracias por tu apoyo :D

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  12. Bueno, bueno, contra la genética no podemos luchar, pero ya verás como adquieres un brillo diferente, no ese tono mortecino que lucíamos las fumadoras de largo recorrido :)

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  13. Ánimo, preciosa! Lo estás consiguiendo! Con este jodido no hay que bajar la guardia, lo sé por experiencia :-(

    Besos grandes

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  14. Nunca entendí eso.. fumo por épocas y lo dejo sin darme cuenta, debo ser un rara avis, ahora fumo cuando bebo o cuando me apetece pero muy poco, hay día que nii fumo.. pero me ha gustado lo de tu padre, el mio fumaba Kruger una marca canaria muy antigua y muy fuerte,,. qué olor tan agradable..bueno ánimo y adelante.. a lo mejor reduciendo pequeñas dosis es mejor..besos.

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  15. Ánimo, Penita. Te costará, pero sé que podrás superarlo. Eres fuerte. Conozco varios exfumadores que lo llevan estupendamente. Lo superarás y con éxito.

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  16. ya llevas un montón!! ya lo has dejado definitivamente!! enhorabuena... (yo tengo un post al cigarro a medio escribir que va en el tono del tuyo, como a un amante que se deja... "eres sucio y te deseo" algo así...)

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  17. Confiaré en tu experiencia jirafilla, besitos.

    Glora: ya se... por eso no me voy a considerar ex-fumadora nunca... ya me ha pasado dos veces, gracias por tu apoyo.

    Ico: erea fortunada, por lo que dices no estás enganchada. Yo fumé de manera habitual casi todos los días de los últimos treinta y dos años...

    Juli Gan: Gracias niña, espero conseguirlo como lo hizo una que yo conzco y que tú también conoces ;)
    besitos.

    Farala: Tú si que eres optimista... si sólo son dos semanas! eso si, me ha costado y ahora me da pena echar a perder el esfuerzo :)
    besitos

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  18. uy Dintel, te habñia dejado sin comentar... pos eso, sin niebla sobre todo :)

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  19. ya verás cómo lo consigues, a la tercera la vencida, como decimos aquí.

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  20. jajajajaja, bueno pues neumónica, lo que no cabe duda es que lo has hecho por ovarios...(¿esto sí, no?)
    ¡A por la piel sonrosada!

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  21. ¡Ánimo, Pena! El tabaco te impide saborear la vida... ¡incluso oler los pedos de tus perros, jajaja! Bienvenida a las sensaciones sutiles (y no tan sutiles).

    Algo sobre esto había escrito en el blog de Apuntes. ¡Te lo dedico!

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  22. Gracias por la dedicatoria encantada, besitos

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