Premio a la persistencia

Mi güera y yo tenemos unos amigos muy queridos que en este post llamaré Laia y Miquel. Ellos están casados y desde que eran novios decidieron que querían tener dos hijos, uno biológico y otro adoptado. Ambos son personas solidarias, alegres, cariñosas... un lujo de seres humanos.
Vivieron el embarazo de Laia con toda la ilusion del mundo y durante toda la gestación la cosa fue de lo más bien... hasta que llegó el parto y sin aviso previo, la niña nació muerta. Hasta el día de hoy no han recibido ninguna explicación. Como pudieron se sobrepusieron y decidieron ir a por el segundo embarazo, con todo el miedo del mundo.
Al mismo tiempo comenzaron los trámites para la adopción, sabiendo que la cosa podía tardar años. Al principio les denegardon el "apto" bajo el argumento de que Laia no había superado la muerte de su hija... cuando ya estaba nuevamente embarazada. No desistieron, volvieron a intentar... esta vez tuvo un niño y nació sano, precioso. Laia y Miquel estaban felices pero firmes en su propósito de adoptar. Investigaron en China, las adopciones en ese país se habían paralizado... investigaron en Colombia y lo que vieron no les inspiró confianza, al final investigaron en Rusia y aunque allí había miles de pegas, decidieron intentarlo allí.
Han hecho más trámites de los que yo me podía imaginar, se han sometido a más controles médicos de los que yo espero tener en la vida, han tenido entrevistas con diversos funcionarios, han viajado a Rusia en pleno invierno para ir a conocer al que sería si nuevo hijo, han pagado sumas de dinero indecentes tomando en cuenta que lo que quieren no es hacer un negocio sino darle una familia a un pequeño que está en un orfanato... juicios van, juicios vienen y ayer nos escribieron para decirnos que finalmente ¡les han concedido la adopción de Renat! Este post es solamente porque estamos muy felices por ellos y lo quisimos compartir. Esperamos que Renat muy pronto aprenda a sonreir...